Silla de montar nueva o usada. El gran dilema

Siempre se ha tendido a la utilización de una silla de montar de segunda mano por el bajo coste de estas. Habitualmente se adquirían a conocidos o clubes hípicos a módicos precios y se procedía a unas pequeñas reparaciones, utilizando los servicios de un guarnicionero o incluso mandándolas a las fábricas de origen.
Es indudable que una silla de segunda mano tiene un precio muy económico pero no debemos olvidar que ya ha sido usada y está adaptada a un caballo determinado. Generalmente en este tipo de sillas se deben utilizar, sobre todo al principio, salvacruces compensadores o elevadores de silla, con el objetivo de adaptar perfectamente la silla al caballo. Este tipo de accesorios para la silla de montar suelen estar fabricados en latex, espuma, polipropileno o silicona, lo que facilita su adaptación a la forma del caballo.
Actualmente en el mercado existen sillas muy accesibles en cuanto a precio llamadas sillas de iniciación que pueden suplir perfectamente la utilización de una silla de montar de segunda mano.
Tan solo debería adquirirse una silla de segunda mano si conocemos que está en perfectas condiciones y ha sido poco usada. La adquisición de una nueva nos asegura la talla y la perfecta adaptación al caballo.