La clave de este espectáculo, varias claves más bien. La belleza de los caballos, un animal que encandila, que no deja indiferente, un animal con mucho estilo, clase y categoría. La destreza de los jinetes y amazonas, que les hacen prácticamente bailar. Y la impresión que nos causa ver a este animal que nos parece tan salvaje, obedecer y realizar los más complejos ejercicios de coordinación, que a algunos no nos saldrían tan bien como a ellos... ni por supuesto con tanto estilo como a un caballo de pura sangre española.
Los turistas extranjeros en España acuden a ver estos espectáculos, y no dudamos que en breve será reclamo turístico, de turistas orientales y de todas las partes del mundo.
Esperamos que el Arte Ecuestre siga proliferando, siga siendo maravilloso a los sentidos, y encandile a todas las gentes sean de donde sean. Por la prosperidad de España, del turismo, y la prosperidad del caballo, de la hípica, que tanto nos gusta.
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